lunes, 1 de septiembre de 2014

NECESIDAD


Hay veces como hoy que siento la necesidad imperiosa, fuerte, de volver a ti… como si mi vida dependiera de ello…

Volver a tus calles de pueblo serrano, perdido en el tiempo… volver a la vieja casa de la antigua quinta, donde el tiempo se diluía hasta desvanecerse, donde podía perderme del mundo, volverme una silenciosa sombra entre sus paredes de quincha y humedad…

Donde podía llorar hasta agotar el llanto, y después contemplar sus techos altos, y sentirme protegida por la penumbra de mi habitación, con la sola luz que entraba por aquél tragaluz del techo, mientras Billie Holiday cantaba triste y cansada, y mi gato se acurrucaba sobre mi pecho, ronroneaba y acariciaba mi mejilla con sus suaves patas… adivinando mi necesidad, con aquella sabiduría que sólo los gatos tienen…

Y después, al atardecer, salir de nuevo a la calle, y caminar rumbo al Puente, entrar al café junto a éste, perderme de nuevo en mis pensamientos, en la contemplación de las espirales de humo de mi cigarro, en el sabor agradable del café pasado, allí encaramada en el mostrador… mirando el viejo piano en el rincón, solitario, ignorado, seguramente soñando con el esplendor de las fiestas de antaño en alguna antigua casa señorial… y luego caminar lentamente bajo el puente, llegar hasta el mirador, sentir el mar en la piel y el corazón…

Y entonces, ya cansada de caminar, regresar a la quinta, sonreir al ver al anticuchero, a la señora con su carrito de sánguches, al emolientero, siempre allí, en la misma esquina, eternos… y probar un emoliente calientito “con todo, por favor”… escuchar a la banda del colegio de al lado practicar sus solemnes y marciales melodías, con sus viejos y desafinados instrumentos y su sonido de retreta dominical… detenerme por un momento a conversar con algún vecino, comprar el pan en la panadería de la esquina, y volver a mi casa, a mi gato recibiéndome contento, sobando su lomo contra mis piernas… volver a mi amada soledad…

A veces como hoy, en que la tristeza y la soledad calan tan hondo y no hay lugar donde escaparse, te necesito tanto, mi hermoso, melancólico y mágico Barranco…


jueves, 17 de julio de 2014

CUANDO ME VUELVA LOCA...

Cuando me vuelva loca
Píntame la boca de rojo
Sácame a ver el mar...
Lléname el pelo de rosas amarillas,
Y dime que soy linda...

Llena las horas de mis noches
Contándome cómo era yo...
Dime que te basta con acariciar mi mano...
Haz brillar mis ojos,
Péiname con tus manos,
Pon mis viejos discos de jazz y bailemos...

Cuando me vuelva loca
Vuélvete loco conmigo,
Pintémonos las caras como los indios
Y salgamos en pie de guerra por las calles...

Cuando me vuelva loca
Y me quede mirando la luna desde una ventana,
Siéntame en tus rodillas
Y cuéntame historias...
Báñame bajo la lluvia,
Échate a dormir conmigo sobre las hojas secas...
Y dime:  "te quiero"...

Cuando me vuelva loca ... vuélvete loco conmigo...